Instalado en las playas de Pinamar, el senador nacional del FpV Aníbal Fernández dijo “Que no se diga que me la paso de vacaciones. Viajo durante la semana a la Capital y los fines de semana vengo a descansar”, apuntó de antemano el kirchnerista. Rodeado de familiares y amigos, Fernández se acomoda en la silla y comienza la charla.
-¿Cómo ve a la Provincia?
-Difícil. Creo que Daniel ha realizado muchas cosas buenas y otras que no comparto, pero, como todas las gestiones de gobierno, son improntas de cada uno. No queda otra que trabajar para generar un cambio o tratar de buscarle la vuelta para que estos problemas no se sigan acrecentando. Se vienen épocas interesantes para trabajar en ese sentido.
-Desde el sciolismo exponen que recuperar los puntos de la coparticipación sería ideal para incrementar las arcas provinciales…
-Vamos a dejar en claro que la pérdida de puntos de la coparticipación se da en el gobierno de Armendáriz. Cuando se hace la modificación de la Constitución de 1994, se pone la cláusula transitoria sexta, que dice que va a haber una ley convenio en la cual participan las veintitrés provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gobierno nacional; es decir, los veinticinco actores se pusieron de acuerdo para que después se apruebe esa ley. En el gobierno de Néstor Kirchner se intentó recuperar esos puntos, llegando a veintiuna de las veinticinco jurisdicciones, faltando Salta, Neuquén, San Luis y la provincia de Buenos Aires. Es muy difícil llegar a un punto en común en una ley convenio. Creo que los convencionales de 1994 no se dieron cuenta de que se atrapaban a sí mismos y que no dejaban margen para maniobrar y conquistar una discusión que nos interesa a todos.
-¿Y si se incrementara el Fondo del Conurbano? ¿No sería ideal para equilibrar los números provinciales?
-Y... mirá... el Fondo del Conurbano fue un arreglo del gobernador Eduardo Duhalde con el presidente Carlos Menem, en donde se le otorgaba a la Provincia un porcentaje de los impuestos a las ganancias, y después se clausuró, es decir, quedó freezado.
-¿Cómo vio el conflicto policial?
-Raro. Yo no banalizo ni minimizo el reclamo policial. La Policía no son esos quinientos tipos que hicieron los conflictos.
La fuerza de seguridad de la Provincia tiene más de cincuenta mil hombres, y no todos se subieron a esa movida.
-Usted presentó un proyecto contra los policías que toman ese tipo de medidas.
-Sí. Es un proyecto para penar con condena a los responsables de ese gesto. La idea es, si se llega a producir otra vez este fenómeno, penar a los culpables y prohibirles la posibilidad de que sigan siendo funcionarios públicos, es decir, policías. De esta manera se evitaría ese fondo bochornoso que hicieron en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y otras provincias. El reclamo puede ser criterioso, pero erraron en las formas.
-Estamos comenzando 2014, pero imagino que a fin del año pasado hicieron una autocrítica, después de la derrota electoral…
-La elección es una foto, no es la película. No es dinámico. En ese instante se plantea un hecho formal cuando hay elecciones de medio tiempo, en las cuales normalmente el electorado que nos acompaña también tiene una visión política particular y consistente. No me preocupa demasiado la derrota. En el 2009 también perdimos y después les dimos una paliza a todos.
-En 2009 estaba Néstor Kirchner, y en esta oportunidad Martín Insaurralde…
-No vamos a comparar a Martín Insaurralde con Néstor Kirchner. No vamos a cometer esa estupidez. Insaurralde creyó que él era el candidato, que lo importante era él, y no se dio cuenta de que era una circunstancia de la vida que hacía que estuviese encabezando una lista acompañando al resto de los compañeros. Insaurralde se la creyó y pensó que su mensaje era el que tenía que cautivar, y no era así, lo que tenía que cautivar era el mensaje de la gestión de gobierno.
El ejemplo más gráfico es el del senador Miguel Pichetto en Río Negro. Mi compañero de banca fue a su provincia, planteó y presentó una política sensata y coherente, con las bases de la gestión nacional, y ganó claramente.
-¿Fue un error haber elegido a Martín Insaurralde?
-No. Yo no critico eso. La leche ya se derramó y no tiene ningún sentido seguir hablando de ese tema. Lo que sí digo es que no pienso ni parecido a lo que hizo Insaurralde.
-El sciolismo y el propio Gobernador están pensando desde hace tiempo en 2015.
-Faltan treinta o cuarenta años para el 2015, pero yo no tengo dudas de que el candidato del FpV va a salir de las PASO de entre cuatro o cinco candidatos seguros.
-¿Entonces nadie tiene aún la bendición del kirchnerismo y todos tienen posibilidades?
-Claro. Yo tampoco descarto ser candidato a Presidente en el 2015. ¿Por qué razón? Porque el candidato a Presidente que salga de esas PASO tiene que salir con el suficiente volumen político y la consolidación como candidato para garantizar el triunfo. No se sale a la cancha poniendo un nombre providencial, porque que no lo hay. Y con esto no le quiero quitar méritos a nadie, por eso, todo aquel que quiera y tenga ganas de participar, que se anote, después veremos.
-¿El kirchnerismo todavía le tiene cierto recelo a Scioli?
-Puede ser, pero eso capaz que no le importa a nadie. Todos tendrán que competir en las internas.
-Entonces, el camino a la Gobernación es similar al de la Presidencia.
-Claro. Va a haber una competencia de cuatro o cinco candidatos a retener la gobernación provincial dentro del Frente para la Victoria. Esto va a darle volumen a la política y va a consolidar al candidato. No hay que desalentar a nadie, pero se tendrán que acostumbrar a eso.
-¿Qué opina del Frente Renovador?
-No hablo de la oposición. Me importa poco lo que piense y haga el Frente Renovador.
-El massismo está convocando a radicales, vecinalistas, independientes y peronistas; muchos dicen que es similar a la Concertación que armó Néstor Kirchner.
-¡No van a comparar a Sergio Massa con Néstor Kirchner! Es como compararme a mí con Brad Pitt.
-La oposición criticó la ausencia de la presidenta de la Nación…
-Es una idiotez. Este país está plagado de idiotas. La presidenta de la Nación, doctora Cristina Fernández de Kirchner, en estos últimos diez años, siendo la Presidenta o la mujer del Presidente, no se había tomado vacaciones. Todos sabemos que tuvo una dolencia, fue intervenida quirúrgicamente y se fue a su casa a Calafate; sí, a su casa. ¿Quién se va de vacaciones a su casa? Nadie. Entonces, ¡qué carajo les importa si se va a Calafate! Los que dicen que la Presidenta se borró, merecen cero respeto.
-La pelea con algunos medios de comunicación sigue latente…
-No veo a esos medios con mucha vocación de producir cambios en esas cosas. Pero eso no solamente pasa en Argentina, pasa en todo el mundo. Basta con escuchar a Barack Obama y ver cómo plantea y se desarrolla su relación con la cadena Fox para darse cuenta de lo que sucede. También a Lula le pasa algo similar con O Globo.
-¿Y qué tienen que hacer ustedes, como Gobierno, para que esos medios no le distorsionen las declaraciones?
-Lo único que tenemos que hacer como Gobierno que somos, aparte de gestionar bien, es comunicar nuestras iniciativas de la mejor manera, para que la gente sepa lo que estamos haciendo y no se coma los sapos que algunos medios quieren enchufarles.
Por último, el congresal kirchnerista señaló: “Esto también va para los dirigentes opositores, que muchas veces se suben a las falsedades que algunos medios reproducen”.
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