El jefe comunal, que asumió en diciembre del 2007, sostuvo ayer a través de un comunicado de prensa que “el 70% de la ciudad esta relacionada con el petróleo” de cara a una inversión prevista de casi 3 mil millones de dólares.
Recordó que en septiembre del año pasado “batimos el record nacional de producción” y que en los últimos cinco años “crecimos casi el doble de habitantes” lo que se tradujo “en falta de servicios, de actividades recreativas y culturales” por cuanto resulta “tan importante la interacción con los proyectos de la Fundación YPF”, subrayó.
En este sentido, el mandatario precisó que los diversos programas de la Fundación YPF, “buscan potenciar el desarrollo de esta comunidad petrolera” y que, en el marco del Proyecto Educativo Las Heras, “se acordó con la Universidad Nacional de la Patagonia establecer la Tecnicatura en Petróleo”
Asimismo, el Plan Integrar Comunidades “busca construir la identidad colectiva a través de las actividades artísticas, como el grupo Choque Urbano, quien dictó talleres en el Centro Cultural y se presentó en Tecnopolis en noviembre último, con más de 280 jóvenes”, además con el plan Pintemos Las Heras, donde “más de 1.200 familias recibieron el kit de pintura para que la ciudad tenga otro color” agregó. En tanto que, en el área deportiva “unos dos mil chicos intervinieron en clínicas de la escuela de fútbol de Claudio Marangoni”.
Por otra parte, Camino indicó que existe “un objetivo más ambicioso” en base a la iniciativa conjunta entre el Banco Interamericano de Desarrollo y la Jefatura de Gabinete de Ministros, cuyo inicio se prevé para el mes de abril y que busca poner en marcha “un programa de ciudades sustentables que contribuirá al mejoramiento de la calidad de vida, con la construcción de su propia identidad”.
Las Heras es una ciudad situada al norte de la provincia de Santa Cruz, distante a unos 800 Km de la capital provincial, con una población de 20.000 habitantes, donde el 70 % dependen de la principal actividad el petróleo.
Fundada en 1921 como Punta de Rieles ante un proyecto ferroviario que quedo trunco (El Tren Patagónico), cuando la Primera Guerra Mundial impidió que se siguiera importando hierro.
En los 60 empezó a desarrollarse la minería, en el lugar donde fue por muchos años un importante foco ganadero, la erupción del volcán Hudson de Chile, en los 90, provoco emigración y una suerte de depresión colectiva. Pero en lo últimos años, al calor de un programa de actividades sustentadas por la Fundación YPF, los pobladores recuperaron el orgullo de sus fundadores.
Hoy es la Capital Nacional de la Integración, por mantener una identidad y formar una comunidad en un crisol de culturas. Ha quedado atrás esa sensación de abandono de los nativos de aquellos que llegaban contratados y luego se volvían a sus lugares de origen.
En la actualidad la estadística indica que cada tres días se radica una familia. No casualmente el fundador de Red Solidaria Juan Carr, quien estuvo en el mes de septiembre pasado la definió como la Capital Nacional de la Integración, (en el ejemplar Nº 2528 de la revista Gente del 31 de diciembre), porque tiene una capacidad comunitaria y de integración única. Supo abrir las puertas a mucha gente con culturas diferentes.
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