H.Yasky rechazó de plano la propuesta que impulsaría la CGT de Antonio Caló de hacer paritarias trimestrales. “Si tuviéramos que discutir salarios cada tres meses, los trabajadores estaríamos en el peor de los mundos”, aseguró ayer. El titular de la CTA cercana al Gobierno advirtió que “la Sociedad Rural, los grupos empresarios más fuertes y algunos multimedios están enfocados en generar un clima de desmadre de la economía porque quieren que el kirchnerismo termine como terminó Raúl Alfonsín, con una situación que después les permita a ellos justificar las políticas de shock que quieren aplicar”. En este paquete puso al massismo y a la ortodoxia económica. También habló del llamado de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo a un encuentro opositor. “Es una especie de arca de Noé a la que quieren subir a algunos carnívoros que sueñan con volver a la época del ajuste”, evaluó.
–Dice que ir a paritarias trimestrales sería un desastre. ¿En qué esquema se puede pensar para recuperar salarios frente a la suba de precios?
–Hay que hacer una discusión integral que permita, además de recuperar salarios, poner al movimiento obrero como el garante de políticas públicas que les pongan límite a los grupos económicos que, con la remarcación de precios y la permanente presión sobre el dólar, están tratando de cerrarle los caminos al Gobierno para que finalmente todo esto desemboque en el ajuste que vienen pidiendo. Me parece que ésa es la discusión que hay antes que pedir la revisión trimestral de los salarios. Si tuviéramos que discutir salarios cada tres meses estaríamos en una situación de desmadre.
–¿Cree que aceleraría la inflación?
–Sería ir al escenario que quieren los grandes grupos económicos. Hoy la Sociedad Rural, los grupos empresarios más fuertes y algunos multimedios están enfocados en generar un clima de desmadre de la economía. Discutir cada tres meses salarios sería un premio consuelo, nos estaríamos deslizando en el tobogán que ellos nos tienen preparado. Son grupos que quieren que el Gobierno termine mal. La manera de preparar el terreno para que se acepte como un mal menor el guadañazo del ajuste que pregonan los que rodean a (Sergio) Massa y esos candidatos es generar una situación como fue la de Alfonsín. Ellos saben que si llegamos a 2015 en una planicie, donde se mantenga el poder adquisitivo de los salarios, donde vayamos controlando la presión de los remarcadores de precios, va a ser muy difícil que nadie que quiera aplicar un ajuste lo pueda hacer.
–Para la CTA, ¿cuál fue la inflación del último año y cuánto hay que pedir para recomponer los salarios?
–Todavía nos falta cerrar los datos en varios provincias, pero la medición nos está dando 25,6 por ciento, con un aceleramiento fuerte en los últimos dos meses. Lo que vamos a pedir está en línea con eso, más o menos en el 25 o 26 por ciento, según los gremios y según cómo vengan de las negociaciones anteriores.
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